domingo, 29 de agosto de 2010

Ahora veo que eran buenos tiempos.

Una pequeña pelirroja, tres locos sin remedio, dos chicas tímidas y adorables, una sonriente y valiente soñadora melenuda, una extasiada rubia histérica que se hacía muy fácil de querer, un grandullón al que abrazar que escucha siempre, una preocupada y alocada niña tierna, unos pequeños con el corazón enorme.
Parecen buenos ingredientes para una pandilla, un grupo de amigos de verdad, una familia.
Son gente que se hacen de querer, mucho.
Se que no me voy a alejar de ellos, por muy lejos que me vaya.
Pero me duele dejarlos aqui, y empezar una nueva vida en otra ciudad.
Aunque la nueva etapa siga incluyendolos en mi vida, les veré mucho, pero echaré en falta ese día a día, esa rutina tan amuermante que odiamos pero que juntos, se convierte en la razón por la que me duele la barriga de tanto reir al llegar a la cama.
Son todo lo que tengo aqui.
Gracias.

No hay comentarios:

Publicar un comentario