jueves, 19 de agosto de 2010

M.

Viernes de madrugada, parada en seco. ¿Qué ha pasado? ¿Qué está pasando?
205 meses y ahora, zas, sintió por primera vez que tenía las riendas de su vida. Infinitas posibilidades. Pero que amargo era empezar de nuevo. Las noches eran terribles, se sentía tan sola que se perdía en su nueva cama, en un mar de lágrimas sin sentido. Realidades que pasaron desapercibidas y al alejarte de ellas puedes contemplarlas en su propia naturaleza. ¿Ha sido siempre así? ¿Había sentido todo aquello siempre y lo acababa de descubrir? ¿No podía distinguir si eran nuevas sensaciones?
Lo veía todo cuesta arriba. Demasiados agujeros en la historia, solía decir.

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