miércoles, 31 de marzo de 2010

No quiero ser un desliz.

Aunque sea tu irresistible error.

martes, 23 de marzo de 2010

Bailando lentamente en una habitación en llamas.



No es un momento tonto y corto.
No es la tormenta antes de la calma.
Es el profundo suspiro de muerte de este amor
en el que hemos estado trabajando.
No te puedo retener como yo quisiera
y puedo sentirte en mis brazos.
Nadie vendrá a salvarte,
hemos activado muchas falsas alarmas.

Estamos cayendo, y tú
también puedes verlo.
Estamos cayendo, y tú
sabes que estamos condenados.
Querida,
estamos bailando lentamente
en la habitación que esta ardiendo.

Yo fui la única que siempre sonaste.
Tú eras a quien yo quise dibujar.
¿Cómo osas decir que no es nada para mi, nena?
Tú eres la única luz que nunca vi.

He hecho la mayor de las tristezas,
tú has sido la más puta..por que puedes.
Trataste de pegarme, pero solo me heriste.
Así que me dejas sintiéndome sucia
por que tú nunca me entendiste.

Estamos cayendo,
y tú también puedes verlo.
estamos cayendo, y tú
sabes que estamos condenados.
Querida,
estamos bailando lentamente en la habitación
que esta en llamas.

Llora por eso, ¿por qué no?

lunes, 22 de marzo de 2010

"En tus ojos...

...veo cosas que sé que no puedo tocar.
No sé cómo alcanzarlas.
Dejo que me toquen.
Y atesoro esos momentos
que hemos podido compartir,
por fugaces que puedan ser."

sábado, 20 de marzo de 2010

Cada vez que te recuerdo.

"Es una pena que pensando siempre en un mañana nos olvidemos de vivir el presente. Y el qué dirán, y qué será de mi, no saber si sería capaz de sentar la cabeza en algún momento. Es extraño, porque me siento afortunada por ese sentimiento. Se que sostengo un delgado equilibrio fácil de quebrar y, aun así, me acuesto cada noche emocionada por no tener escrito un mañana."

Se dio cuenta de que pensaba esto, de que le encantaba ser libre como el viento el día que cumplió dieciseis años. Esa mañana de verano le despertó su padre sin querer muy temprano, intentando colocar en su cuarto una pancarta de feliz cumpleaños, pero se hizo la dormida para que fuese una sorpresa después. Su padre era dulce, como un niño pequeño y agobiado por todo. Cuando su padre salió de su habitación reía dulcemente bajo la sábana. Se estiró como un gató a lo largo de la cama y de un salto fue al salón. Se sentía poderosa, creía tener el control y respiraba una falsa y podrida felicidad. Después de 2 años de intensa amistad, se sentía con fuerzas suficientes como para gritarle al mundo entero el nombre de quien tenía en la mente cuando se iba a dormir, y sobre todo, gritarselo a él.
...
En el reloj de la estación dieron las 6:07 de la mañana cuando se acostó en el suelo con el billete en la mano, en la parte de atrás de las vías. No pudo evitar llorar y fue cuando su mente vomitó todo el amor, fue la primera vez que le rompían el corazón.

"Meses después no puedo evitar pensar que aun te echo de menos, y que este menos vaya aun a más. Ya ves, no lo he podido aceptar.Encontré mil razones para odiarte y mil para quererte."

miércoles, 10 de marzo de 2010

be ps.

Encendí todas las velas del altar y cerré fuerte los ojos, pero no conseguí librarme de aquel ser que me gritaba desde la otra habitación.
Fui hasta él, perpleja, cansada y asustada. Descubrí similitudes, un pasado díficil que luchaba por hacer inestable este presente.
Espacio y tiempo. Miré mis manos agrietadas, cansadas, con moratones y arañazos, ladeé la vista para observar las suyas y no encontré diferencia alguna.
Sus profundos ojos marrones, ausentes y vacios me mostraban una ansiedad imposible de explicar. Impotencia, melancolia, deseo, desconcierto.
Busqué nerviosa mi reflejo para encontrar ese mar a escala, un precipicio sin principio ni final que no era nuevo para mi.
Tenia los labios curvados en un gesto de desesperación, secos, los labios más secos que pude ver, frios y hostiles. Los entreabrió y no emitió sonido alguno, parecía como si se lo llevase todo el suelo, como si la fuerza de gravedad fuese tan grande que se le caian las silabas de la boca sin poder hacer nada y desaparecian entre manchas en la sábana, alfombras arrugadas, pañuelos usados y restos de alcohol.
No pude evitar desplomarme cuando esperaba una respuesta que no llegaba nunca.
¿Por qué? ¿por qué no paras? ¿por qué sigues con la misma guerra perdida hace años?

sábado, 6 de marzo de 2010

Bajada a los dulces infiernos.

-Yo... ya no puedo más ¡estoy reventada! - dijo entre risas embriagadas en aquel portal ruidoso.
-La noche no ha terminado.
-Por favor, vamonos a casa - contestó y le besó con suavidad, como si quisiese capturar ese momento. Sus manos se encontraron y se hacian cosquillas en la nariz.
-Está bien, pero antes ya sabes lo que toca ¿eh? - se insinuó y puso cara de niña buena.
-¡No me vengas con la tradición de nuevo!
-Será sólo un momento - sonreia mientras le tiraba del brazo.
-Vale... pero luego nos vamos.

-¡Hola! Pon 2 de tequila, gracias.
-Esto es una locura.
-Es una tradición. - fingió estar seria y se llevó la mano derecha al corazón.
-Eres una payasa.
-Y por eso te encanto.

Casi una hora más tarde estaban ya acostadas en la cama, recien duchadas y agotadas de estar toda la noche acariciando notas musicales, vagando por las calles y cantandole al mar.
-Oye... te quiero, ¿lo sabes, no?
-Claro que lo se. Eres genial. Te quiero son dos palabras que se dicen a diario, asique te adoro.
-Touché.

miércoles, 3 de marzo de 2010

Te abriría la cabeza contra la mesa como a una muñeca de porcelana.



Tú, desconocido ¿no sabes que no puedes ir así por la vida?
Me haces sentarme aquí, en este blanco e impoluto cuarto plagado de falsead y me sueltas esos psicoanalisis de pacotilla para qué ¿eh? ¡Dime qué esperabas conseguir con toda esta mierda! Antes de darte ese titulo, deberían haberte enseñado una cosa: no existen personas tranpsarentes, todo el mundo es incomprensible por el resto del universo en mayor o menor grado. Y ahora, listillo, olvida mi cara porque no la volveras a ver.