martes, 1 de junio de 2010

Respuesta redactada sin con pasión.

Me dispongo a coser madrugadas de nuevo, últimamente parece ser lo único que hacemos. Esta vez me taladra la cabeza la idea de cómo podría yo decirte lo que pienso al verte.
Se que sabes cuanto te quiero, se que sabes cuanto te necesito. En la lista de tus infinitas virtudes cabe destacar esta, que lo sabes todo, sabes cómo me siento simplemente cuando te saludo por teléfono, supiste siempre cuando era el momento y cuando no.
No me hagas mucho caso, pero por ahí corre el rumor de que nunca te equivocas en nada. Dime, ¿tú piensas que llevan razón? ¿Piensas que no nos equivocamos apostando por el mañana a todo o nada? Hubiese sido difícil responder sola a esta pregunta, la verdad, pero contigo a mi lado ya pueden venir nubarrones grises, truenos, frío y lluvia helada, que con nuestro singular caparazón disfrazado de sonrisas podemos superar eso y más.
Descansaremos los párpados y destensaremos los músculos en el esperado momento de ser felices pero yo me pregunto ¿no somos nosotras las únicas que retrasamos ese momento? hagamoslo cada día, a cada momento, aquí, ahora. El único error es pensar que la felicidad se alcanza en un momento, que llega un momento en el que antes no lo eras y después de ese toque mágico ya lo serás para siempre. Creeme, yo ya puedo definir ese sentimiento, es cada vez que recuerdo que estás ahí conmigo, a cien o tres mil kilómetros de distancia, o a diez centímetros.
Sí, había pensado escribir mil parrafadas con, quizá, palabras de más, pero esque ya lo sabes todo...
Gracias, gracias mil veces y todos los días, que ganas tengo de empezar a ser feliz contigo todos los días.

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