domingo, 27 de junio de 2010

Nací para ser tu pequeña Rock & Roll y comerte a besos

Bien es cierto que de sueños y esperanzas tracé un camino con mis propios baches, y pocas veces se abrieron puertas al cerrarse otras. Ahora puedo ver el ayer en fotogramas y palpar mi recompensa de tormentos no merecidos y compañías de mentes insanas.
Repaso mes a mes mi existencia, cada error, cada oportunidad (algunas bien aprovechadas y otras no tanto) cada caída y su correspondiente subida. Se encienden mis sentidos, noto mi piel erizarse y mis pulmones llenarse de oxígeno. ¿El olor del pasado? Sin duda sería el olor a disolvente, penetrante y agobiante, dulce a su manera... y el olor del futuro se me antoja a sal, a noches de luna llena con arena y mar. Sigamos con el oído, supondría que mi más querido sentido, y en el pasado suena mi raída guitarra y aquella canción que compuse a aquellos héroes, y en el futuro oigo amplificadores a punto de reventar, la vibración en los vasos de cristal al tocar esa quinta... para mi gusto el pasado fue de nata (con algunos empachos) pero con momentos amargos, mientras que el mañana se presenta de canela y limón. El tacto de unas cuerdas o quizá el delicado roce de un cigarrillo en los dedos definan todo lo anterior, espero que la textura de lo venidero sea tan aterciopelada como en mis sueños. Y no podría aunque quisiese deshacerme de esas fotografías en mi mente en las que están escritos todos los recuerdos, y me muero de ganas de ver cuales serán las que inunden mi vista en estos años.

No hay comentarios:

Publicar un comentario