jueves, 25 de febrero de 2010

Sé mi clave de Sol.

He pensado en ti, oscura y cálida noche febril. Y, sin quererlo, me he reñido por quedarme sólo con las risas, las coincidencias, los planes no planeados y las miradas de niña. Claro, no he podido evitar preguntarme con qué más deberia quedarme cada vez que pensase en ti, y no había nada más. En mi cabeza habia risas, comics, fotos, momentos, personas en común (que van y vienen), porros, alcohol, borracheras, domingos resacosos, conversaciones filosoficas, los momentos en los que nos desahogamos, chistes, frases que repetimos una y otra vez durante semanas, cartas, ropa estrafalaria, rastas, pulseras, piercings y tatuajes, infantiladas, peliculas, cenas, comidas y desayunos. No había nada más que no fuese... vida.
Jamás me cansaré de repetirtelo, eres mi rayo de sol que primero me despierta haciendome enfadar y luego me hace cosquillas en la nariz haciendome reir puerilmente. Eres una vela encendida en mi cuarto, eres mis manos cuando con ellas hago música, eres los brackets que chocan constantemente con mi lengua, eres mi soga al cuello y mi simbolo de libertad.
Eres mi cigarrito al despertar, mi película por las noches, mi hierro antes de comer, la piedra de mi Clipper, los tornillos que permaneceran hasta la eternidad en mis adentros.
Eres un perfume aterciopelado en una mañana de sábado, eres una frase bonita en una pared solitaria, eres las marcas que quedan en mi pared después de quitar un poster.
Eres tú, que eso es lo más importante.
Aunque, por encima de todo, eres mi rubia.
Ahora estás sonriendo con esa cara de niña que me vuelve loca ¿lo sabes, no?

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