miércoles, 12 de enero de 2011

A la mujer de mi vida:

Sí, sí, te hablo a ti, pequeña, esta vez, como muchas otras, esto es por y para ti, pero ahora, directamente :)
Me das un miedo impresionante por que, no hemos pasado demasiado tiempo ni demasiadas cosas juntas, pero esos instantes mágicos (que ambas notábamos) no tienen palabras ni descripción alguna, todo se queda corto para intentar expresarlo. Pero no me queda otra que intentar hacerlo, para eso estoy esta noche aquí delante de la pantalla sonriendo como una idiota.
Lo que más me gusta de ti, además de como ya sabes tu hipnotizante olor, es la manera en la que me haces sentir, contigo soy especial, es como si todo fuera a ir mejor y los problemas no fuesen tan grandes. Como si cuando estamos juntas, brillase el más radiante sol y nada pudiese ir mal.
Y te lo voy a admitir, te tengo en un altar y no tienes defectos, pero eso no es culpa mía, si no tuya!
No sabría agradecerte jamás cómo sabías controlar siempre la situación, aunque tú cabeza estuviese más liada que nunca, que lo se yo :)
Y lo que nos queda, la de fiesta, la de viajes, la de conversaciones y la de cosas que no podremos ver venir nos van a pasar junticas, que eso es lo mejor de todo.
¡El jodido caos! Reinaba por todas partes, y es de lo que más me alegro, de que no necesitásemos palabras ni expresiones algunas, un cruce de miradas era suficiente...

No hay comentarios:

Publicar un comentario