domingo, 3 de enero de 2010

Ella era viento y yo metal.

¿Y juntas? Juntas lo somos todo. Podemos ser lo que más nos apetezca, y los colores bailan y chillan en nuestras mentes cuando nos acercamos un poquito, porque tú y yo, nena, causamos explosiones.
Yo no fui nunca a llorarte porque sé que no podria, porque sé que en seguida me darias un mimo y reiriamos risueñas como dos niñas pequeñas.
Ella y yo fuimos muy diferentes y eso nos hizo identicas. Mi muñeca de fina porcelana que he de proteger con uñas y dientes, para que mi alma no deje de sonreir nunca.
Y por más que lo pienso, jamás imaginaria que el tiempo fuese tan buen compañero de viaje para nuestras aventuras y desventuras, nuestras lágrimas y risas, nuestros bajones y subidones, nuestras locuras y nuestras reflexiones, nuestros abrazos y nuestras malas caras.
La armadura de mi partitura, las patatas fritas en mi hamburguesa, mi cigarrito en las noches de verano, mi tú.

1 comentario: